Busca más historias de miedo

Búsqueda personalizada

viernes, 4 de abril de 2008

Golpes del más allá

Muchas veces las historias de terror suelen suceder a las personas menos indicadas y es ésta que le sucedió a la madre de una amiga que emigró a un país europeo para buscar mejor vida, teniendo que alquilarse una casa con su esposo que apenas tenía comodidades. Pero lo curioso es que tenían visitantes misteriosos.
Al principio sólo eran sonidos, rasguños en la almohada que mantenía abrazada mientras trataba de descansar después de tantas horas de trabajo. Le asustó, cierto, pero mantuvo la calma y pensó que era su propio agotamiento el que la hacía tener alucinaciones auditivas. Aquellos rasguños en la cama no son tan inhabituales ¿no?. Muchos los hemos oído. Son visitantes que quieren comunicarnos que "están ahí también, que no estamos solos". La joven vivió con esa extraña experiencia unos días y terminó por acostumbrarse, pero una noche ocurrió algo terrible.
Estaba tumbada en la cama, descansando, su marido estaba afeitándose en el cuarto de baño, y de pronto unas lucecitas de un tamaño algo mayor que el de las canicas, blancas azuladas y brillantes, comenzaron a salir de debajo de la cama. Subieron, ascendieron hasta ponerse encima de ella, y bailaron. La chica las miró estupefacta, tragó saliva y respiró profundamente. ¿Qué era aquello? ¿De dónde salían? ¿Qué las producía? Y entonces las luces comenzaron a bailar con movimientos más bruscos, y una poderosa fuerza salió de ellas.
La chica notó esa fuerza en golpes de mano y patadas invisibles que la golpeaban y estampaban contra las paredes... Gritó. Cuando su esposo iba a salir la puerta del cuarto de baño se cerró de golpe. La joven emigrante sufrió una paliza que la dejó destrozada, y no pudo hacer una denuncia, porque en qué comisaría de policía iban a escuchar semejante historia sin echarse a reir.
No volvió a ocurrirle porque volvió a su país natal entre lágrimas y terrores. Durante años jamás contó la historia, y cuando lo hizo, fue para contárselo a su hija -mi confidente-, quien me confesó que su madre no podía hablar del tema sin echarse a llorar y a temblar. No es para menos. Su hija también lloró al contármelo.

1 comentario:

Tavorjj dijo...

mmmm interesante, y te creo, ya que hace unos 10 años sucedio algo parecido con un vecino q vivia a 700 metros de nuestra casa, este se nos aparecia de madrugada a nuestra casa, pues el tuvo q hacerle caso a las luces, se fue con ella, y las luces se posaron en una pata de un arbol donde ya conociamos desde antes que cuando estas luces aparecen y el ser humano no le hace caso estan golpean a la persona, asi que este vecino como ya sabia la cosa, se fue a media noche con la guia de aquellas luces donde cada vez mas cerca estas se unian hasta sr una sola luz grande, luego el cabo y mira! monedas de oros!! yo las llegue a ver, pues el fue a la casa y nos mostro 2 pesetas, rcuerdo q el tenia amanezas d q si no paga lo matarian... el pago pero luego vinieron las consecuencias, el vecino fallecio luego de un infarto.